Aspectos a mejorar en la educación española


La educación es un elemento fundamental en el desarrollo de toda sociedad, concretamente en España el sistema educativo es motivo de debate político y social desde hace tiempo y más cuando esta materia ha sufrido importantes recortes y el fracaso escolar presenta niveles más altos de los deseables.
Ante esta situación y durante la segunda sesión de la asignatura se han propuesto diez aspectos en los que la educación en España debería mejorar.

1.      Conseguir un gran pacto educativo:
Como es lógico pensar la educación debería ser objeto de un gran Pacto de Estado y no ser instrumentalizada con fines políticos. Los diferentes gobiernos de las últimas décadas han aprobado hasta 7 leyes distintas en materia de Educación. Si no somos capaces de definir un sistema educativo que permanezca inalterable durante varias décadas, jamás conseguiremos mejorar nuestros resultados. La estabilidad, fruto de un consenso, facilitaría el logro de mejores resultados.

2.      Mejorar la motivación:
Siguiendo las ideas que se plantean desde el artículo propuesto, una forma de que los alumnos se sientan con más responsabilidad y por tanto implicados en el aula es haciendo que cada uno tenga su propia tarea haciéndose responsables de un cargo. Además, es de gran importancia implicar a todos y cada uno de los alumnos implicando las ideas de respeto, empatía, esfuerzo e imaginación entre otras.

3.      Familias más presentes:
En este caso se plantean dos ideas principales, la primera de ellas trata la figura del alumno mediador que se va a encargar de resolver los conflictos entre compañeros sin necesidad de la intervención de un adulto. Por otro lado, se trata la clásica división entre letras y ciencias, donde existe una competitividad acerca de cuál es mejor, cuando ambas son complementarias. Cada de una de las ideas y problemas que surgen en el aula deben ser comentadas y analizadas con ayuda de los padres en casa.

4.      Mayor inversión en educación:
La Educación no es un gasto sino una inversión que debe estar por ejemplo entre el 5 y el 7% del PIB, con al menos el 3% destinado a la Universidad. Esto permitiría alcanzar la gratuidad real de la enseñanza para evitar que los padres tengan que sacar a sus hijos por falta de recursos del centro que eligieron para la ESO. La financiación de la educación debería ser totalmente cubierta por el estado ya que su crecimiento está basado en un buen sistema educativo que prepare a los jóvenes para el mercado laboral haciendo trabajadores más competitivos y preparados.
Por otro lado, parece increíble pensar en la inversión privada por parte de una empresa en una educación, en la que se dicte la materia a impartir. (Como muestra de esta hipotética situación en el siguiente video se observa como esta situación fue recogida en la serie “Los Simpsons” https://www.youtube.com/watch?v=Cr-x-RJSnmE). Donde las empresas tienen un papel clave es la creación de convenios con las instituciones educativas para incorporar a los estudiantes al mercado laboral con un base programa de prácticas.

5.      Mejorar la formación y valoración social del profesorado:
Con el fin de mejorar la situación de los profesores, sería posible la implantación de una ley de la función docente y que además consiga una carrera profesional atractiva en la que encuentren acomodo los mejores. También es necesario impulsar el papel de los directores de centro.

6.      Recuperar el valor de la cultura del esfuerzo, incentivando en los alumnos el afán de superarse:
Para desarrollar el talento con el fin de ser competitivo como persona y como sociedad, es necesario el esfuerzo. Mientras que el capricho no entiende de “no”, el esfuerzo conoce los obstáculos, pero no se rinde ante ellos de ahí que sea tan importante. No hay nadie brillante que no tenga detrás de sí muchas horas de entrenamiento.

7.      Orientar mejor hacia el empleo optimizando el vínculo entre “educación” y “sociedad”:
Actualmente están en auge los estudios de formación profesional, por dos motivos principalmente. El primero de ellos es que su coste es mínimo para el estudiante o familia, y el segundo el gran número de horas dedicado a las prácticas en empresa durante la duración de este nivel educativo. Mientras que el coste de los estudios universitarios muchas veces es inasumible para una familia y su contenido es mucho más teórico. La universidad debería adaptarse al momento y a lo que demanda el mercado laboral aumentando el número de horas prácticas siguiendo el ejemplo de la formación profesional.

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